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martes, 19 de noviembre de 2019

El cañero encantado

Tiempo atrás en la fábrica de azúcar Casa Grande, sector campo había un grupo de 20 trabajadores muy responsables y humildes que trabajaban cortando, regando y cosechando los cañaverales.
Cierto día llego un grupo de 35 personas más, las personas que trabajaban en ese nuevo grupo eran muy ociosas y se burlaban mucho de los más humildes.
El más humilde era el señor José, al que fastidiaban mucho, mojándolo, tirándolo a la tierra y humillándolo de diferentes maneras.
Pasaron los días y el señor José tomó valor y los enfrentó, pero no contentos lo mojaron con la manguera de la cisterna empujándolo hacia atrás, haciéndolo caer y le cortaron su cabeza con el hacha que utilizaba para cortar la caña, el señor José agonizante las lanzó una maldición y murió por desangramiento.
La familia del señor José al enterarse de lo sucedido le hizo muchos problemas a la empresa y los propietarios para que no los perjudiquen le hicieron una estatua en la pileta de la plaza de armas.
Sin embargo, el alma del señor José no pudo descansar en paz porque para el no hubo justicia y se dice que todos los días a partir de las 12:00 de la medianoche se puede ver que por todas las calles de Casa Grande divaga el alma de un campesino con un hacha en la cabeza gritando por todo lugar y maldiciendo a los que cometieron el brutal crimen.
Cada persona que es vista por él, le tira el hacha y posee su alma para que así encuentre justicia.
Cuentan los vecinos que varias el cañero no está como siempre en su lugar, sino que sale en busca de sus víctimas y los mata en venganza por lo que sucedió.
FIN.

I CONCURSO PROVINCIAL DE CUENTOS Y LEYENDAS "TEODORO RIVERO-AYLLÓN" realizado a fines de octubre e inicios de noviembre de 2019
NIVEL: SECUNDARIA-CATEGORÍA LEYENDA
CICLO: VI
SEGUNDO PUESTO
- Alumna: María Celesthe Rodríguez La Rosa Flores.
- Grado: 1ero sección única.
- Seudónimo: La Dama de las Leyendas
- Título de la leyenda: “El cañero encantado”
- Asesora: Profesora Lic. Eva María Paredes Vásquez.
- Puntaje: 75
- IEP “Jorge Chávez”-Casa Grande

Terrorífica transformación

Era verano de 1923 el sol brillaba sobre los sembríos de caña de azúcar que, hacia divisar desde lejos una hermosa visión, el olor a caña se extendía por todo el valle, era época de gran apogeo en la comunidad azucarera donde los dueños de la hacienda eran los Gildemeister que recién compraron la hacienda a Albrecht. El Alemán Juan Gildemeister llegó a Casa Grande con su esposa y su amada hija quien tenía largos cabellos dorados, su rostro angelical reflejaba inocencia. Alisson que así se llamaba la niña acompañaba a su padre a revisar los cañaverales, supervisando la labor de los trabajadores. El señor Gildemeister adoraba a su princesa que así la llamaba. Pasaron los años y la salud de Alisson iba deteriorándose, dejó de acompañar a su padre en sus faenas ya que sufría constantes desmayos. Juan muy preocupado mando traer los mejores médicos para curar a su hija, pero un gran dolor atravesó su corazón, cuando el médico le dijo que la jovencita tenía leucemia en último grado y que viviría poco tiempo. ¡Sálvenla por favor! Les daré todo lo que poseo con tal de que mi hija viva. Suplicaba y en sus ojos reflejaba la tristeza que sentía, los médicos le dijeron que la enfermedad no tenía cura y que estaba muy avanzada. El señor Juan no se resignaba a perder a su amada hija. Mando a llamar a la mejor curandera de la Ciudad de Trujillo a quien le ofreció una barra de oro con tal que cure a su niña.
La curandera empezó a darle a Alisson unos brebajes muy fuertes que la jovencita consumía todas las noches ¡No temas, te curarás! Le dijo la curandera. Pero debes encerrarte en tu cuarto y no salir para que el brebaje te haga efecto. Pasaron los días y Alisson sentía un cambio dentro de su ser, empezó a perder cabello, su rostro se anchaba y su piel empezó a perder lozanía, cuarteándose lo cual le causaba intenso dolor, empezó a crecer y perdió la voz dando alarido como un animal. Sus padres no se explicaban qué era lo que le sucedía. Un día mandó a uno de sus capataces a ubicar a la curandera quien desapareció misteriosamente. Cada día la transformación de la joven era muy visible, no quedaba nada de la linda niña de delicado rostro. Se había convertido en ser monstruoso.
El padre la miraba horrorizado, su madre lloraba inconsoladamente con el corazón estrujado recordando a su bella hija. Cuando llegaba la oscura noche se escuchaba los alaridos de dolor de la horrenda criatura. Juan lo mantuvo en secreto, nadie sabía de la transformación de Alisson y la tenía encerrada en el sótano de la casa y cuidaban que nadie la viera, una noche escapó de su casa y nadie sabía dónde estaba. Un día trabajadores por orden de los capataces quemaron las cañas para llevar a los trapiches para la producción de azúcar, escucharon alaridos de dolor muy fuertes y muy asustados divisaron una enorme y monstruosa figura corriendo por los cañaverales. Pasaron los años y estos hechos los mantuvieron en secreto, don Juan se deprimió mucho por la desaparición de su hija, pero económicamente el dinero le sonreía ya que tenía las haciendas de Roma y de Laredo. Hasta que se promulgó la ley de la reforma y los Gildemeister regresaron a su país dejando en este soleado valle esta historia de horror. Cuentan los trabajadores que hasta hoy se escuchan por las noches los alaridos muy fuertes de dolor y varios de ellos aseguran haber visto por los cañaverales una enorme y monstruosa figura casi humana vagando por la oscuridad de la anoche.

I CONCURSO PROVINCIAL DE CUENTOS Y LEYENDAS "TEODORO RIVERO-AYLLÓN" realizado a fines de octubre e inicios de 2019

NIVEL: SECUNDARIA-CATEGORÍA LEYENDA
CICLO: VII
PRIMER PUESTO
- Alumna: Julia Mayté Romero Pacheco
- Grado: 3ero sección única.
- Seudónimo: J.M. Marlo
- Título de la leyenda: “Terrorífica transformación”.
- Asesora: Prof. Lic. Eva María Paredes Vásquez
- Puntaje: 82
- IEP “Jorge Chávez”-Casa Grande.

Los duendecillos del cerezo


Cuenta un poblador muy anciano esta historia que ocurrió en la huerta de “La Calera” ascopana hace muchos años.
Don Carmelo era un hombre que vivía feliz con su familia en una finca. Cuando Don Carmelo bajaba al pueblo toda la gente lo miraba y lo saludaba con alegría ya que era una persona trabajadora y luchadora. La gente del poblado lo llamaba por el sobrenombre de “El Cerezo”.
Don Carmelo tenia la costumbre de levantarse muy temprano para recorrer su chacra en la que cultivaba plantas de cerezo; en otras oportunidades lo hacía para regar sus terrenos, también para disfrutar de la belleza del campo o escuchar el trinar de las avecillas. A él le gustaba oler el aroma de su tierra bendita.
Una fría noche, después de cenar, Don Carmelo fue como de costumbre con su linterna en mano y su palana, a un lugar de sus tierras donde él había sembrado hace mucho tiempo, unos pequeños árboles de cerezo. Él caminó muy entusiasmado y se puso a esperar al encargado de hacer el respectivo paso de agua para que pudiese regar sus tierras.
La luna brillaba con gran resplandor en la noche, y las lechuzas daban sus gritos habituales en la penumbra. Don Carmelo daba sus recorridos con su linterna por sus árboles de cerezo, abriendo las acequias de hierbas malas y cuanto escombro natural interrumpiera el paso del agua. Así se entretuvo por un buen tiempo hasta que llegase el encargado del agua. Pasaron varias horas, al ver que no llegaba decidió salir de la huerta con cierta mortificación. Empezó a caminar, el viento soplaba y siguió avanzando. De pronto llamó su atención unas risas, como de un grupo de niños; se detuvo para escuchar con más claridad y las vocecillas continuaban en la oscuridad de la noche. Luego siguió avanzando lentamente y escuchó los chapoteos que estos daban en un pequeño tramo de la enorme acequia.
El bullicio era como risas de niños que jugaban muy alegremente en el agua, que corría con tranquilidad y que la luz de la luna dejaba su reflejo mientras los árboles dormían en silencio. Al acercarse más para ver de lo que se trataba su corazón se agitaba como un volcán en erupción. Finalmente, lo que pudo ver en ese instante, fue un pequeño grupito de niños rubios, desnudos y con rasgos de vejez en el rostro, como si fueran ancianitos.
Don Carmelo al ver tal escena se asustó, su cuerpo se puso como la piel de gallina y le entró una sensación de pánico, no podía caminar, se paralizó. Posteriormente tomó un gran impulso y salió despavorido del lugar.
Al llegar a su casa, le contó todo a su esposa. Ella lo escuchaba con mucha atención, luego fue tranquilizado por un brebaje que su señora le había preparado. Posteriormente, pudieron deducir ambos que se había tratado de unos traviesos duendes que solo lo querían asustar en aquella huerta o que simplemente se había llevado a un niño de los brazos de su madre para que jueguen con el por toda la eternidad.
Se dice que Don Carmelo fue una persona que tuvo mucha suerte al contar esta historia fantástica que le pasó en aquella noche en su huerta ya que hay muchas personas que ven estas escenas de criaturas mitológicas. Pero, jamás vuelven a ser vistas por la gente o nunca vuelven a su casa para contarles a su familia.
Estrella Ascopana

I CONCURSO PROVINCIAL DE CUENTOS Y LEYENDAS "TEODORO RIVERO-AYLLÓN" realizado entre fines de octubre e inicios de noviembre de 2019.
NIVEL: SECUNDARIA-CATEGORÍA LEYENDA
CICLO: VII
SEGUNDO PUESTO
- Alumna: Aurora Christina Solano Sánchez
- Grado: 3° “B”
- Seudónimo: Estrella Ascopana
- Título de la leyenda: “Los duendecillos del cerezo”.
- Asesora: Profesora Mg. Rosa del Pilar Cabrera Huaripata.
- Puntaje: 76
- IE “Ramón Castilla”-Ascope.

lunes, 21 de abril de 2014

El alma de la Compañía de Bomberos



"Cuando nos tocaba hacer la guardia...siempre observaba aquí la Base....viendo cómo iba todo hasta de las llamadas de emergencia.
Una noche vi de reojo apenas 'con el rabo de mi ojo' que pasaba alguien. Esa persona salía por ejemplo del auditorio, otro día vi salir del almacén hacia fuera o al cuarto de guardia...era una personita así de bajita. Eso te podrán decir también mis amigos Jorge Sigüenza, Iván Figueroa y Hermes Cabanillas quienes estuvieron en ese entonces.

Cuando descansábamos sentíamos que pasaba alguien pero no había nadie. Como era algo frecuente le pusimos el nombre del 'Chato'. Creímos que era inofensivo, no nos hacía daño o no nos escarapelaba el cuerpo.

Hasta la fecha se escuchan ruidos como si hubiera alguien en el baño o en otro ambiente.

Más o menos en el año 2003, hubo un día que nos quedamos a dormir en el patio donde están los vehículos. Sacamos los colchones por el calor y en la madrugada nos la pesadilla a todos. Sentimos que el cuerpo se adormecía, gritábamos y no nos escuchaban. Nos levantamos y contamos lo que pasó.

¡Ah! la gente antigua comenta que sí hubo una muerte y por eso es que se puso una cruz afuera, una cruz que hasta ahora está afuera".

¿Ubicas la curiosa cruz cristiana en el muro?
Foto: Miguel Núñez.
Ahora la ves más cerca. Tiene muchísimos años cuando
este local era la llamada Racionería de la Hacienda Cartavio.
Yo pensaba que era parte del sostén de algún cable
y no le encontraba sentido. Ahora ya sé por qué. Foto: Miguel Núñez.

Vocabulario
Base: Centro o local de la Compañía de Bomberos.
Con el rabo de mi ojo: A un lado de mi ojo. Apenas sobre lo que se ve.

Fuente oral
Sr. Jesús Moisés Portal Calderón (44 años) Tnte. de la Compañía de Bomberos 173-Cartavio. Actualmente chofer de un vehículo motorizado de la compañía.


viernes, 31 de enero de 2014

El Becerro Encantado en la Huaca Colorada o Huaca que Tiembla

Vi basura, desmonte, carretera por encima de restos arqueológicos que se van perdiendo poco a poco y a esa pérdida se suma la existencia absurda de una granja de pollos en una zona intangible. Aún así, aparece el relato de un animalito que fue codiciado hace muchísimo tiempo. El relato escrito al pie de la letra nos narra el profesor Carlos Sánchez Vega quien le llama de manera corta "El becerro encantado".

"Cuentan que el viejo huaquero Matías, que vivía en Llamipe, llevado por la codicia de querer apoderarse del becerro de oro, que en plena Luna llena solía salir en la cima de la Huaca Colorada o Huaca que Tiembla, organizó una expedición con los más experimentados huaqueros de la comarca.

Llamipe. Caserío antiguo desde donde se inicia el relato del Becerro Encantado. Lugar natal de Don Matías

Fue un viernes del mes de mayo que salieron del pueblo de Llamipe con dirección a dicha huaca. Estaban decididos a todo. Atravesaron las ruinas de “Chiqtoy” o “Chiquitoy Viejo” y luego de una hora de camino llegaron al pie de la huaca. Esta era alta, de color rojizo, semejante a la arcilla quemada. Tenía forma piramidal y no se notaba en ella huella de haber sido saqueada.

Huaca Colorada

Bebiendo y chacchando esperaron que llegara las 12 de la noche para subir hasta la cima. La noche estaba iluminada por la Luna y el firmamento se encontraba tapizado de luceros. En total eran cinco los que participaban en aquella aventura. Llevaban linternas y sogas, pues pretendían enlazar al becerro para que no se les escapara. Minutos antes de la hora señalada, empezaron a escalar.
A las 12 en punto la huaca empezó a temblar. Todos estaban intranquilos y atentos en espera de que saliera aquel brillante y famoso becerro.
De pronto, y cuando menos lo esperaban, surgió el becerro de oro y su brillo los encegueció a todos. Cuatro se lanzaron sobre él con la finalidad de cogerlo. Ocurrió entonces algo sorprendente: la parte central de la huaca se abrió y el becerro, junto con los que habían cogido, fueron tragados y sepultados en medio de un ruido ensordecedor.
Luego vino un silencio sepulcral como si nada hubiera acontecido. Cuentan que al día siguiente, encontraron al huaquero Matías divagando por los arenales, había perdido la razón y hablaba cosas sin sentido. En la actualidad es la única huaca del valle Chicama que cambia de color conforme pasan las horas del día, que tiembla a las doce de la noche y a la que los huaqueros respetan y no se atreven a profanar sus secretos".

Fin
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Ridículo e incomprensible ¿una granja de pollos a lado de una huaca en zona intangible?

A continuación unas preguntas que me hice luego de conocer directamente la zona.

¿En qué estado se encuentra la huaca Colorada?
Quizá no esté tan deteriorada por los huaqueros, pero presenta varios orificios grandes hechos por éstos en el pasado.
Presenta una plaza bien amplia en dirección Oeste.

¿Es cierto que se encuentra al lado de una granja de pollos?
Sí, y resulta que sus vehículos pasan por ahí mismo. Hay hasta un vertedero de pollos muertos. La granja está tan cerca que se nota el rompimiento armónico del pasado histórico del valle.

¿Qué ruta turística se puede hacer desde Cartavio incluyendo esta zona?
Traté de conseguir una ruta idónea para todo turista y vaya que lo hice. Dirigirse al Museo Chiclín, luego pasar por Llamipe, de ahí pasas a Laguna del Pato, las dunas, Chiquitoy Viejo o Chiqtoy, Huaca Colorada (que es accesible en ómnibus pero la carretera está afirmada) y de ahí recrearse en Club Cooperativo de Chiquitoy.

¿El Estado está protegiendo el lugar?
Sí, pero más en palabras. Y se han levantado ciertos pedazos de muros de color azul como hitos de protección a la zona intangible. Esos muros pequeños azules descoloridos fueron puestos por el I.N.C. ahora absorbido por el Ministerio de Cultura. En los hecho no neguemos que el Estado, a menos que se le avise cuida ya de la zona. Hoy en día el Club chiquitoyano llamado ASA (Amigos Siempre Amigos) ha sido Chiquitoy Viejo, es así que el Estado con los estudios del arqueólogo Víctor Hugo Ríos se ha considerado al sitio como el Complejo Arqueológico más grande de la costa norte peruana incluyendo el cerro Piedra Parada donde se halla incluso la piedra del culto y mirador antiguo, restos de canales de agua primario y secundario para riego, huaca Colorada (de la civilización Lambayeque o Sicán), el camino Chimú, el Templo Chiquitoy Viejo, entre otros.

¿El relato sigue vivo aún?
Por supuesto. Un amigo y profesor Fernando Laportilla, chiquitoyano neto, cuenta que la gente de la granja de pollos ha oído bulla, instrumentos musicales como banda y que además el lugar retumba (tiembla) de ahí el nombre de “huaca que Tiembla”. Además me dijo que hasta jugaban fútbol en la plaza ceremonial de la huaca ¿? algo muy curioso.

Fuentes bibliográficas
SÁNCHEZ VEGA Carlos: “ENTRE DUENDES Y LUCIÉRNAGAS” Pág. 78-81. Lima 2007.
Fuente oral: Fernando Laportilla.
Fotos, preguntas y respuestas: Miguel Núñez Bartolo.

martes, 14 de enero de 2014

El penar en la iglesia San José


Envío aquí dos relatos, pero con el transcurrir del tiempo podré agregar quizá más.

LAS BANCAS
Este relato es de los años 50-55 más o menos. se trata de mi tío Fabio Sánchez, ahora es carpintero pero cuando era más joven se dedicaba a muchas cosas, a pintar.

Dice que fueron a pintar la iglesia pero en turno de noche. Como estaban apurados y dicen que estaba en construcción, fue con sus amigos de noche a pintar, como cuatro. Agarraron su escalera, sus rodillos. Mi tío avisó a sus amigos que iba a comprar y salió. Era de noche.
Cuando regresa encuentra a su compañero afuera de la iglesia pero asustado.
-          Le pregunta ¿qué tienes? ¿qué te pasa?
-          Uno de los amigos: responde en la iglesia pena.
-          Pero ¿cómo va a penar?

Mientras mi tío se fue a comprar, los otros tres se quedaron a pintar, pintaban la iglesia aunque también las bancas. Al trabajar escuchaban sonar las bancas ¡chruiii! ¡chruii! a cada rato, pero siguieron trabajando los tres, y ellos eran los que escuchaban. Vieron moverse las bancas. A los tres les faltaron patitas y bajaron rápidamente de donde estaban subidos, salieron corriendo.

¿Sabes a qué se debe eso? Los cadáveres, del ser humano que ha fallecido, ahí lo velan, rezan y te lloran. Y dicen que en la iglesia pena más que en el cementerio.

PD: Sé por referencias históricas de la gente de antaño que por el año 1960 ya la iglesia San José quedó terminada en su infraestructura.

Fuente oral: David Jara.

Patrono de Cartavio, San José. Foto: Miguel Núñez.


LA PIEDRA

Siempre nos veíamos debido a las reuniones que teníamos por el trabajo, era el año 2011. Cuando veíamos el asunto de nuestro proyecto sobre relatos antiguos o cosas extrañas y escenificarlas en la calle Real con los alumnos de nuestro colegio, mi amiga Rosa Medina se animó a contarme una de las tantas cosas que ocurrieron alrededor del área de la iglesia San José de Cartavio. El relato habla de la Av. 28 de Julio en la cuadra que se halla la Funeraria "Gloriabamba".

¡Uy Miguel no te imaginas qué me ha pasado! Tú conoces a Pedrito, eehh Pedro Rivera. Ya, él es mi amigo de tiempo y una noche vino a visitarme. Tocó mi puerta y yo atendí por arriba en el segundo piso, desde esa ventana. ¿La hora? era más de las 11 pm.
Mientras estábamos tranquilamente conversando como siempre, cayó una piedra, sonó bien feo, qué fuera piedrita, fue una piedra grande como la palma de la mano. El sonido fue fuerte y había llegado casi a lado de Pedro. Sonriente nosotros buscamos al gracioso que estaba fastidiando. Mi amigo volteó a mirar y buscó de dónde la habían tirado. Yo desde el segundo piso miré también, desde ahí hay una mejor vista pero…………era de noche….no había gente…..todo silencio, calle prácticamente sin personas.

La piedra había llegado en una dirección como si lo lanzaran desde atrás de mi amigo (parte trasera de la iglesia) pero igual no estaba nadie. Además tremenda piedra quién la va a tirar de tan lejos. Mi corazón se hizo ufff, es así que bajé inmediatamente al primer piso, abrí la puerta mi amigo estaba asustado y yo ni qué decir. Dimos las últimas palabras para encontrar una explicación pero nada. Nos despedinos y él se fue volando a su casa.

Rosa Medina. Foto: Miguel Núñez.



Fuente oral: Rosa Medina

jueves, 21 de noviembre de 2013

El Niño y Urcape



El señor Juan Róger Sabana López nos dio el encuentro en la ramadita de la casa donde nos esperaba su cuñada, la señora Mirtha Mendoza, justo refrescándonos con la gaseosita y comiendo unas galletitas. Con mis alumnos escuchamos su relato.

“En San José Bajo las familias dueñas de estos terrenos cuidaban de sus tierras y además se tenían monedas antiguas sobre las haciendas de ese entonces. Mi familia tuvo una fábrica chancaquera aquí nomás cerca donde está una chimenea de ladrillos con un muro de una casa antigua, son ruinas ahora nomás. Les cuento algo más, pero esto es en serio, no es nada de bromas o algo que se contó sino fue real porque yo mismo lo vi.

Cuando tenía 12 años más o menos debido al fenómeno del Niño este caserío se vio afectado por  la gran cantidad de agua que traía el río. Las acequias se llenaron tanto que comenzó a rebalsarse el agua. Nosotros apurados tratamos de desviar las aguas, con palana y sacos de arena. Era el año….creo…. 1955 ó 1958.

Vimos cómo el agua venía y entonces se posó por un lado de la huaca Urcape. De allá arriba _señala lo alto del valle_ venía el agua y a un lado de la huaca se formó un pozo lleno de agua, de muuuuucha agua. El agua venía y venía, pero lo raro era que el agua empozada seguía en el mismo sitio y no pasaba a otro lado. Nos dimos cuenta que era como que la huaca a manera de puquio pero que se tomaba el agua. A ella no le afectó, pero qué extraño que esa agua de ese gran pozo no se rebalsara. Es extraño pero eso ví”.

Fuente oral
Juan Róger Sabana López (58 años).